Las aplicaciones de materiales mesoporosos pueden ampliarse si se utiliza su gran superficie específica para incluir nuevas entidades con propiedades complementarias a las del material base. El control del "espacio poroso" implica modificar el volumen, la forma y el tamaño del poro, pero también la estructura, carga y filicidad de sus superficies.
En el grupo nos especializamos también en la localización de diversos componentes dentro de los poros: funciones orgánicas, polímeros, entidades biológicas, nanopartículas metálicas y semiconductoras. Todos estos materiales multifuncionales se obtienen a partir de reacciones químicas (complejación, polimerización, reducción) o fotoquímicas (reducción) que suceden en la superficie del sistema poroso.
Además, somos capaces de preparar materiales compuestos formados por óxidos porosos y nanopartículas de óxidos o metales. En este caso, las nanopartículas pueden prepararse en solución o dentro de los mesoporos mediante reducción controlada.